El proyecto, en las instalaciones del CIFEA en Torre Pacheco, tiene como objetivo explorar las ventajas de los biofertilizantes en comparación con la fertiirrigación tradicional, disminuyendo el uso de nitrógeno y siendo más amigables con el medio ambiente.
La firma murciana Microalgas de Mediterráneo S.L. (MICROAMED), ubicada en El Beal (Cartagena) y dedicada principalmente al cultivo de microalga espirulina, ha lanzado un Proyecto Agrotech en colaboración con la prestigiosa firma alicantina Global Biotech, S.L. Esta iniciativa se desarrolla en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) de Torre Pacheco, con el objetivo de optimizar el uso de microalgas como bioestimulantes agrícolas.
El uso de microalgas como bioestimulantes está permitiendo alcanzar enormes avances en la optimización de cultivos y la reducción del impacto medioambiental. Este enfoque se centra en la mejora ecológica y la eficiencia productiva, y es en este contexto que se enmarca la nueva iniciativa de MICROAMED. Creada en 2022 por el ingeniero agroalimentario Ricardo Martínez y respaldada por HIDROTEC, especialista en desalación y tratamiento de aguas. MICROAMED produce espirulina industrialmente tanto como bioestimulante agrícola como para nutrición especializada.
Desde sus instalaciones en El Beal, MICROAMED ha realizado análisis de su espirulina, demostrando una composición de aminoácidos ideal para fertilizantes ecológicos altamente eficaces. Por su parte, la firma alicantina GLOBAL BIOTECH, S.L., especializada en soluciones naturales sostenibles a base de bioactivos derivados de microalgas, contribuye con su equipo altamente cualificado en sistemas de producción y procesamiento de microalgas. Esta colaboración abarca los mercados de salud, nutrición, cosmética y agricultura, garantizando los más altos estándares de calidad y con un sólido posicionamiento internacional. MICROAMED, inicialmente enfocada en la producción de espirulina para la alimentación humana, también está formulando abonos ricos en aminoácidos a través de la hidrólisis enzimática de la espirulina. Gracias a su alta concentración proteica (hasta el 70% de su peso) y su cadena de aminoácidos, estos abonos mejoran significativamente el rendimiento de los cultivos al proporcionar aminoácidos esenciales directamente a las plantas.
El proyecto, en las instalaciones del CIFEA en Torre Pacheco, tiene como objetivo explorar las ventajas de los biofertilizantes en comparación con la fertiirrigación tradicional, disminuyendo el uso de nitrógeno y siendo más amigables con el medio ambiente. Esta colaboración interempresarial destaca el valor añadido de la cooperación entre empresas y el apoyo de organismos de transferencia tecnológica como el CIFEA. El uso de biofertilizantes no solo aumenta la producción por hectárea, sino que también mejora la calidad del suelo y reduce el impacto ambiental al disminuir el lixiviado de nitrógeno.